Cuando tu mundo se caiga a pedacitos, agarrate de la locura.


lunes, marzo 14, 2011

Ella  era hermosa, su cabello rubio le llegaba a la cintura, sus ojos color miel eran grandes y perfectos, su sonrisa solo se podía parecer a la de un ángel, su cuerpo era esbelto, alto y sin ninguna imperfección. Ella podía tener a cualquier hombre que quisiera, menos a uno, al que ella mas quería, al que ella mas amaba, al que mas deseaba, no era el mas bello, tampoco el mas inteligente, era el único chico que no la miraba cuando ella pasaba por el corredor de la escuela, el único que no le había pedido por favor que sea su novia, el único que no la veía, para el ella era invisible, o al menos eso pensaba ella.
El era un chico tímido, no era muy bonito, siempre tenia que usar lentes, unos muy grandes y negros, era alto, y muy flaco, tenia pelo rubio, y ojos verdes, tenia una personalidad muy rara, le gustaba estar solo, tenia muy pocos amigos, y nunca había estado con ninguna mujer, pero el solo quería a una, el sabia que ella nunca lo iba a mirar a el, el mas tonto, el mas feo. Ella podía estar con el hombre que quisiera, no iba a perder su tiempo con el.
Un día se dio cuenta de que ella jamás le prestaría atención, lloro durante días enfrente de su foto, ya no sabia que hacer, lo único que el deseaba en el mundo no sabia siquiera que el existía. Una tarde de abril, cuando la lluvia golpeaba su techo, y el frio intentaba tumbar las ventanas, decidió acabar con tal martirio, escribió una carta entre lagrimas, y la envió por correo, la misma seria entregada a ella con proximidad, luego tomo una soga y se colgó.
La carta nunca llego a su destinatario, pero ella llora todas las noches, y se pregunta porque el hizo lo que hizo. Y se arrepiente de nunca haberle dicho TE AMO.