Es difícil, muy difícil, porque aunque pase el tiempo, aun me cuesta acostumbrarme a tu ausencia. Quizás nunca me perdonare el haberte dicho el ultimo te quiero o darte el ultimo abrazo y beso. Todo paso tan rápido que no pude asimilarlo, me vi superada por la situación y no pude hacer nada. Ni siquiera tuve lágrimas para responder. Porque mi corazón se negaba a creer lo que escuchaban mis oídos y que era tan evidente a simple vista. Recuerdo constantemente la última vez que reíste conmigo, el último helado, todo. Aun me muestro insensible. Sabes? Hay muchas cosas que me molestan, sobretodo porque pienso que nadie me conoce bien. Eso me duele mucho. No sé porque te cuento todo esto, quizás debería decirte que las cosas van bien, pero nunca he sido buena mentirosa. Te extraño mucho. Nunca lo confesé pero cada vez que tenía miedo y me sentía sola te llamaba para calmarme, Ahora no tengo con quien hablar. Tengo mucho miedo, pero no puedo confesarlo tampoco. Y ahora lloro, como nunca lo hago, porque tengo muchas dudas y ninguna respuesta, ninguna solución, solo sé que te extraño mucho y que aunque pasen los años o haya días donde no pienso en ti, aun así me haces falta.