Nos pasamos más tiempo pensando en sí mañana tendremos todo lo que tenemos ahora, que disfrutando de lo que tenemos. Nos pasamos más tiempo corriendo de un lado a otro, que mirando los ojos de la gente que pasa indiferente a nuestro lado. Nos pasamos más tiempo lamentándonos de nuestros problemas que buscando soluciones para que se acaben. Nos pasamos más tiempo planeando que haciendo, pensando como vivir que viviendo.
Sin embargo eso no es lo peor, lo peor es que llegará el día en que a todo lo que vivimos le lleguen los créditos y el punto y final, será entonces cuando nos preguntaremos si realmente ha merecido la pena tanto preludio, si realmente hemos vivido o por desgracia, no hemos tenido tiempo suficiente para llevar a cabo todo lo que habíamos estado planeando.