Si me cansé de esperar fue porque el tiempo no curó ni una herida. Si me cansé de olvidar fue porque el olvido es la ''pastilla suicida''. Si me cansé de perdonar fue porque cuando duele nunca, nunca, nunca se olvida. Si me cansé de mentir fue porque la verdad lastima solo al principio. Si me cansé de asistir fue porque asistiendo o no asistiendo siempre empezaron sin mí. Si me cansé de obedecer, de ser correcto, me corresponde ser obediente a mi parecer. Si me cansé de ceder fue porque cediendo te vas muriendo en vida. Si me cansé de llorar fue porque en las lágrimas no encontré salida.